Crónica VII Marcha del Henares
El día 24 de mayo, una treintena de personas acudimos a la cita anual con el Henares y su cuenca, su patrimonio natural y cultural. Para ello, de nuevo elegimos un tramo medio-alto de la cuenca y dimos cabida al Sorbe, el gran afluente de la cuenca. Tanto, que en las explicaciones geológicas quedó clara la mayor importancia modeladora del tributario frente a la del Henares que se lleva el nombre y con él la fama.
Partimos con el tren desde Guadalajara para bajarnos en la estación de Humanes de Mohernando, punto de inicio y de fin de lo que sería esta VII Marcha. Allí nos esperarían un buen número de personas para complementar a los traídos por el ferrocarril. Desde allí partimos al encuentro del Henares a través del arroyo Valmatón, el cual nos sorprendió por sus magníficas alamedas. En esta zona se dieron varias explicaciones de tipo etnobotánico que nos entusiasmaron a todos. Igualmente, nuestros geólogos y geógrafos de referencia, nos pudieron ofrecer varias explicaciones sobre los flujos subterráneos del agua que alimentan tanto al citado arroyo como a zonas de huertas en terrazas elevadas. En relación con esto, se dieron las primeras notas sobre la conformación geológica de esta parte de la cuenca y las multiplicidad de terrazas en la margen derecha del Henares y el propio Sorbe como hemos adelantado.
Enseguida nos encontramos con el Canal de Henares, justo donde la infraestructura resuelve los desniveles de su trayecto con un acueducto seguido de un túnel. Sus piedras labradas y su construcción, se alejan de los hormigones armados y prefabricados actuales. Un aspecto patrimonial muy interesante asociado a esta construcción que se remonta al siglo XIX.
El paseo continuó y pudimos observar como antiguas graveras y otras zonas de la ribera están siendo colonizadas por las choperas a través de chupones y vástagos por doquier. Aquí se vio la importancia de dejar espacio fluvial al río para su auto-recuperación. Ahora bien, se destacó la importancia que tiene la regulación de caudales y lo diferente que sería el paisaje a mediados del S XX, donde la cuenca sufriría un importante estiaje.
La Muela de Alarilla, uno de los grandes protagonistas de la jornada, ya se dejaba ver en el horizonte y nos acompañaría el resto del tiempo con su descarnada y prominente presencia.
Pronto nos plantamos en el Henares, donde pudimos recorrer el fantástico tramo fluvial que hay entre el puente de la carretera de Humanes a Torre del Burgo y la desembocadura del río Sorbe. Aquí realizamos varias paradas que incluyeron notas sobre la Red Natura 2000, fauna, flora y geología. En la geología tuvo especial interés la explicación de la propia muela y su relación con la sedimentología regional.
A continuación pasamos por el azud del Canal del Henares y vimos todo el mecanismo de derivación existente. Se dio una explicación de la historia del Canal de gran interés, en la que se mencionaron algunas de las vicisitudes de esta obra, de resultado desigual. También se pudo observar la ausencia de un paso para los peces que permita remontar el obstáculo.
Este año además, tuvimos la suerte de estar acompañados por miembros de la Sociedad de Pescadores del Sorbe. Ellos nos dieron una pequeña charla sobre la gestión del coto ubicado aguas arriba de la junta (allí dónde el Sorbe se vuelve Henares) y su opinión sobre el estado de los ríos. Destacaron como fuertes impacto los bajos caudales del Sorbe y los proyectos de minicentrales, que afectan a las poblaciones ictícolas y al entorno en general, y cómo no, también hablamos de la presencia de especies alóctonas que perjudican y modifican el ecosistema fluvial y sus intereses deportivos. También hubo lugar para un pequeño e interesante debate sobre la pertinencia de la trucha arcoíris.
Una vez acabada la comida, la última explicación. Esta vez sobre los caudales del Sorbe y del Henares, y cómo estos actualmente se encuentran muy alterados respecto a los previos a los embalses de cabecera (Beleña, Alcorlo, etc.). De la misma forma se manifestó lo ridículo de los caudales ecológicos previstos en el nuevo plan hidrológico, a todas luces insuficientes para la recuperación del río.
La caminata continúo en su tramo final. El Sorbe que al principio nos dejó unas bellas pinceladas, pronto nos enseñó varios impactos relacionados con carreteras que lo cruzan, ocupaciones de sus riberas y limitaciones de paso.
A la altura de la ermita Ntra. Sra. de Peñahora, siguiendo el cordel de Peñahora en primera instancia y las primeras incisiones en el terreno del arroyo Valmatón, empezamos a alejarnos del Sorbe para volver al tren. Cuando parecía que no había nada más que ver excepto la Muela al fondo del camino, un montón de buitres leonados nos sorprendieron posados sobre el suelo de un secano no muy lejos de Humanes. Desde lejos no se veía carroña alguna, pero su actividad y la existencia de un corral de ovejas en activo en las proximidades parece ofrecer la mejor explicación a su presencia. Pronto, al notar la nuestra, echaron a volar de forma muy castrense.
Y con las piernas un poco tocadas de la caminata pero con la satisfacción de una buena excursión, llegamos al final de la ruta, no sin antes tomar un refrigerio en el bar de la estación y despedirnos hasta la siguiente marcha.
Queremos agradecer a todos aquellos que acudisteis, y a los demás animaros a intentarlo el próximo año.
2 comentarios
Doris -
José Luis Sáez Sáez -
plantararboles.blogspot.com.es
Un manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando semillas producidas por los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud,
José Luis Sáez Sáez