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Plataforma Salvemos el Henares

Informe del Henares: resumen

En este primer informe se han identificado más 230 puntos negros entre la ciudad de Guadalajara y su desembocadura en el río Jarama, a la altura de San Fernando. Estos puntos negros se corresponden con diferentes tipos de impactos sobre la calidad de las aguas (por vertidos o mala depuración por ejemplo), la cantidad de agua circulante a lo largo del año (caudal), el estado de la vegetación de ribera, y en general los problemas que afectan a su cauce y ribera (urbanismo, infraestructuras, escombros, afección al patrimonio cultural, etc.).

Dentro de estos impactos pueden destacarse varios, aunque quizás uno de los más importantes sea el menos evidente. Es el caso de la modificación artificial de los caudales, que debida en gran medida a los embalses de Guadalajara (caso de Beleña y Alcorlo), hace que el río lleve en verano más agua y en primavera menos, es decir, lo contrario a una situación natural. En cuanto a la calidad de la aguas, los análisis realizados, mostraron la mejoría producida en los últimos años por el avance en la depuración de los vertidos. Aún así, se observaron algunas anomalías en las depuradoras de Guadalajara y Alcalá, con un exceso de espumas en sus puntos de vertido. Otro caso a destacar era el vertido irregular desde la Lavandería Hospitalaria de la Comunidad de Madrid en Mejorada del Campo, que después de varias denuncias, se ha conseguido solucionar.

Por otra parte, la ocupación desordenada de la vega por los diferentes usos (especialmente el urbanismo, la industria y la agricultura) ha propiciado la expansión de las obras de defensa en las orillas, especialmente motas de tierra y escolleras (grandes piedras sobrepuestas), que protegen las actividades humanas, pero impiden al río realizar su movimiento natural y el desarrollo de la vegetación. Precisamente, en nuestros días, la vegetación de ribera ha quedado prácticamente reducida a bandas de unos 5-10 m de anchura compuesta básicamente de chopos y algunos sauces. Afortunadamente en la actualidad todavía tenemos ejemplos de sotos bien conservados en Alcalá (Finca de El Encín) y San Fernando (Caserío del Henares).

 De la misma forma el desarrollo de infraestructuras en el valle del Henares ha influido negativamente sobre el río, como es el caso de las carreteras R-2, la circunvalación de Guadalajara o la M-203. En este sentido, hay que señalar la variante prevista de la A-2 en Guadalajara, que puede provocar un severo daño sobre el río y su paisaje. Igualmente, deben señalarse los más de 20 puntos de vertidos importantes de escombros y basuras localizados a lo largo del río.

Pese a todo ello, el río posee en nuestros días valores ecológicos y paisajísticos considerables como pone de manifiesto su pertenencia a la red europea Natura 2000. Al cobijo de sus choperas y cantiles podemos observar todavía las huellas de la nutria, escuchar al búho real o intuir el vuelo del martín pescador. En sus aguas todavía resisten peces autóctonos como la boga de río o el barbo común. Además, el río sigue funcionando como un importante corredor ecológico para muchas especies como milanos negros y grullas, migrantes que se orientan por el valle.

 La Plataforma Salvemos el Henares cree posible conservar y mejorar el estado de nuestro río, salvaguardándolo en beneficio de las futuras generaciones. Para ello, es necesaria una voluntad sincera por parte de los gobernantes y la ciudadanía en general, asumiendo responsabilidades y dejando de dar la espalda al Henares. Pasa por asumir una ordenación territorial ordenada de verdad, no sujeta a movimientos especulativos. La Plataforma propone una serie de soluciones entre las que puede destacarse:

·         Establecimiento de caudales ecológicos, haciendo que el río funcione de manera más parecida a como lo haría de forma natural, con caudales altos en primavera y bajos en verano.

·         Eliminación o modificación de las obras de defensa, y recuperación de la llanura de inundación, permitiendo así ganar espacio para el río y la vegetación de ribera.

·         Eliminación de las pequeñas presas existentes, cuando estas no sean necesarias ni tengan un interés cultural, y en su caso la instalación de escalas para el paso de la fauna.

·         Recuperación de la vegetación mediante repoblaciones adecuadas con especies autóctonas y de ribera.

·         Correcta depuración de las aguas residuales urbanas e industriales y reutilización de la misma

·         Recuperación del Dominio Público y revisión del mismo, así como un mayor control y vigilancia del río por parte de las administraciones.

·         Aplicación de planes integrales de ahorro de agua, que beneficiarán al río, incluyendo la modernización de los regadíos existentes.

·         Limitación de las actividades mineras (graveras especialmente) y restauración de las zonas afectadas por las existentes.

·         Fomento de la participación ciudadana, que posibilite una mayor implicación de ciudadanos y colectivos sociales en las decisiones que se tomen respecto al río.

 Como medida estrella, se propone la creación de un gran Parque Natural del Henares que incluya la vega y parte de los cerros, desde Guadalajara hasta el Jarama, frenando de este modo la expansión urbanística desordenada y poniendo en valor el entorno del río. En este sentido, se propone además, que todo el río pertenezca a la red Natura 2000.

 

 

 

 

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